¿Te ha pasado eso de pasear por la viña y notar que algo no cuadra?,

Un brazo que falta aquí…

Una cepa seca allá…

Dos pulgares muertos en una planta…

Otro más en otra fila…

Y mientras tanto, hay viñas que parecen hechas de otra pasta. No hay huecos, no hay faltas.

Todo en su sitio.

Mira, eso no tiene que ver con la marca de tijeras que llevas, o lo majo que sea tu tractor. 

Ni con la suerte 

Y casi te diría que no tiene nada que ver con la edad de la viña. 

A ver, Obviamente, cuanto más vieja, más faltas aparecen, pero si te fijas bien, incluso en viñas jóvenes, de 6 o 7 años, ya se ven brazos secos y pulgares muertos.

Plantas improductivas.

¿Sabes por qué pasa eso?

Por la circulación de la savia.

Enseguida te cuento qué es y por qué es clave, pero lo primero que tienes que saber es esto:

Lo más probable es que seas tú quien está causando ese daño sin saberlo.

Y lo peor es que eso te cuesta decenas de miles de euros en la vida de tu viñedo.

Y hacerlo bien no cuesta nada más.
Verás.

La savia es como la sangre de la planta, transporta los nutrientes de las raíces a las hojas y de las hojas a toda la planta.

Si el flujo de savia se corta es como sufrir un infarto.

Ahora no te mata, pero tiene consecuencias muy graves.

La planta es una tubería que lleva savia de las raíces a los brotes y las uvas.
Si hacemos bien la poda, esa tubería no se atasca y puede seguir creciendo junto a la planta.

Pero, si hacemos mal los cortes, bloqueamos esa tubería y la savia no puede circular.

Además, cuando la planta crece, la tubería no puede crecer con ella, y nunca podrá producir igual.

No importa si llevas años podando o si acabas de empezar, si mejoras tu poda verde conseguirás:

En este curso te explico 3 pasos para hacer la poda en verde, que si los aplicas, verás resultados sorprendentes.


BENEFICIO 1: Más producción este año... y el que viene.

Brotes más gruesos, más reservas de energía para la siguiente campaña y uvas con más azúcar y de mejor calidad.

¿Cómo se consigue?

Eliminando los brotes que no hacen falta en las cepas.

Tu viña no desperdiciará energía en hacer crecer pámpanos inútiles.

Toda esa fuerza se redirige a donde realmente importa: las uvas y los brotes principales.

BENEFÍCIO 2: Reducir costes de poda de invierno:

Cada brote que dejas sin quitar es un problema para el futuro.

Si eliminas ahora los brotes que no quieres que formen parte de la estructura de la planta, el próximo año tendrás menos cortes de tijera.

Además, conforme vayas haciendo una buena poda verde, cada vez tendrás menos yemas fuera de los pulgares, por lo que también tendrás que hacer menos poda verde.

(Te lo explico con detalle dentro del curso, pero, a grandes rasgos, se debe a que si eliminas un brote en invierno con la tijera, dejas una corona de yemas que brotará en primavera, mientras que si ese mismo brote, lo eliminas en verde, no deja yemas.)

BENEFÍCIO 3: Evitarás que la producción de tus viñas baje con los años.

-Pero... aunque las cepas sean más viejas?

-Precisamente, las cepas viejas tienen más reservas y raíces más profundas, por lo que dan producciones más regulares (y de mejor calidad). El problema no son las cepas viejas, si no las viñas viejas:

Verás, te lo cuento con números:

Pongamos que una hectárea de viñedo tiene unas 2.500 plantas.
Cada planta tiene 2 brazos, lo que da un total de 5.000 brazos.
Si dejamos 3 pulgares por brazo, estamos hablando de 15.000 pulgares produciendo para ti.

Ahora bien, si no respetas la savia y no haces bien los cortes, pasa esto:

A los 10 años, solo quedan vivos 12.000 pulgares. Has perdido un 20% de producción.

Es como si te hubieran robado 2.000 metros de viñedo.

A los 15 años, puedes haber bajado a 10.000 o incluso 8.000 pulgares activos.

Tu hectárea ya no es una hectárea.
Es como si se hubiera reducido a 6.000 metros, pero sigues abonando, labrando y tratando como si tuvieras una hectárea completa.

Ahora sal a tu viñedo y dime cuantos pulgares secos tienes.